Y es que solemos convertir aquello que es:
-superfluo en agradable
-lo agradable en conveniente
-lo conveniente en necesario
-lo necesario en indispensable
-y lo indispensable en esencial.
Algo que leí y que me pareció muy oportuno con respecto a este tema:
....se cuenta que una persona fue a pedir consejo a un ermitaño, que vivía en una montaña. Una vez en el pequeño aposento, en una gruta, vio que el ermitaño usaba como pisapapeles una gran piedra preciosa. El recién llegado ya no tuvo en la cabeza otra idea que la de hacerse con aquella piedra de incalculable valor. Se armó de valor y se la pidió, al buen ermitaño.
Éste, sin inmutarse, la cogió, la miró y se la entregó diciendo:
"Hace días que me la encontré dentro de una cueva. Tómala."
El hombre la cogió, dio las gracias al ermitaño y se encaminó hacia el pueblo más cercano para dormir.
Una vez en la cama no podía dormir y pasó la noche sin pegar ojo. A la mañana siguiente, volvió en busca del ermitaño y le dijo:
"¿Podrías enseñarme la gran sabiduría que te ha permitido, desprenderte voluntariamente y con tanta generosidad de la piedra preciosa?"......
Este el el gran secreto de la paz y la felicidad.....
Que bueno sería que todos pudiéramos ser un poco ermitaños y hacer lo mismo,
Verdad?
No codicies lo que no te conviene tener. Ni quieras tener cosas que te puedan impedir o quitar la paz y la libertad interiorTomás de Kempis
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