Leí los otros días en cosas curiosas que cuando el emperador romano Julio César desembarcó en tierras africanas en plan de conquistarlas, al pisar tierra, dio un tropezón con una piedra y cayó al suelo. Como los soldados eran muy supersticiosos, podían considerar esta caída como de mal agüero y desanimarse con perjuicio de nuevas conquistas.
Entonces que hizo Julio César?, en seguida le vino a la mente una feliz ocurrencia: Extendió sus brazos, besó la tierra y dijo " te abrazo, oh África". Y al oír esta exclamación, los soldados se llenaron de confianza y de esperanza. Fue una manera muy ingeniosa de convertir la Caída en Triunfo......
Con frecuencia nosotros nos vemos desanimados, desesperados, caídos,.... porque las cosas nos han salido mal, y claro en esos momentos quisiéramos desaparecer....
Nos imaginamos que con ese fracaso ya no podemos hacer nada, que no podemos triunfar. Además y lo peor es que nos quedamos con esa triste sensación de que un fracaso nos va a traer otro y otro....
Tiramos la toalla, como se dice popularmente.
Pero NO DEBE SER ASÍ, es el momento de hacer como Julio César, es decir, aceptar el contratiempo, abrazarnos a él y seguir adelante con un alma esforzada y con coraje.
No son frustraciones sin remedio. Son lecciones que nos pueden servir para actuar con más cuidado.
No conozco gente sin problemas. Hablo de los problemas normales, no de los que nos echamos encima, sin serlos.
Todos los que triunfaron han tenido obstáculos, son peldaños de la escalera de nuestra vida, a veces subimos otras bajamos....
No hay que apurarse, ni mucho menos desesperarse, solo hay que dar tiempo al tiempo.
"Y detrás de las nubes negras está el sol dispuesto a regalarnos sus rayos"
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