Las personas que no son tiernas, que son duras como una roca, desperdician sus vidas, pues, sus propias vidas pasan de largo, no puede penetrar en ellas porque son impenetrables.
Si uno es tierno, acaba descubriendo lo misterioso y milagroso de la vida, puesto que está llena de sorpresas, aunque sólo para las personas que tienen un corazón tierno.
Pero en realidad todos hemos sido educados de tal forma que nos volvemos duros, pues nos han enseñado que la vida es una lucha: un conflicto, una lucha constante por la supervivencia que te obliga a ser cada vez más duro.
Si no eres duro no serás capaz de competir.
Pero la verdad es que la competencia no lleva a ninguna parte.....
Jesús dice: "Los últimos serán los primeros en el reino de los cielos".
Está diciendo NO a la competitividad .....pero no quieras ser el último de la cola para ser el primero, porqué así no habremos entendido nada.
La vida misma es la prueba que demuestra, que es un gran placer, cuando somos tiernos, compasivos, sensibles y suaves...
El que ha perdido el corazón sólo le queda el cerebro y éste no es nada...
Alguien dijo:
"Sé siempre un corazón. Y si te cuesta la cabeza, piérdela; vale la pena. Carecer de cerebro es bueno, pero no tener corazón es infame...."
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