Los consejos hay que escucharlos, pero no se tienen porque seguir....
Escucharlos atentamente, pero hay que seguir nuestro propio albedrío.
Escucha, desde luego, muy reflexivamente, trata de comprender lo que quieren transmitirte.
Puede que realmente se trate de personas con muy buenas intenciones, pero si empiezas a hacerles caso ciegamente, jamás conseguirás tu propia inteligencia.
Siempre consultarás a los demás para que te digan lo que tienes que hacer y lo que no.....
Siempre tendrás necesidad de líderes...
La gente tiene grandes experiencias y si las comparten, si tienen ganas de compartirlas, sería insensato por nuestra parte no escucharlos....
Compartir su experiencia puede aumentar nuestro discernimiento y ayudarnos a ser más conscientes, pero no tenemos porque seguirlos.
El verdadero amigo no es el que da consejos sino el que te ayuda a ser más despierto, más consciente, y a saber más de la vida, de sus problemas, sus desafíos y sus misterios....
Te ayuda, además, a seguir tu propio camino..
Te da valor para experimentar, buscar e indagar...
No te da consejos de los que no tienen ninguna utilidad, de esos que los dice todo el mundo....
Lo que hoy, es vedad puede no serlo mañana, y lo que en una situación es correcto puede ser incorrecto en otra....
Como las situaciones cambian continuamente, lo que se necesita no es un modelo de vida tipificado, sino una forma de VIDENCIA, si si que veamos más allá, de modo que, en cualquier lugar donde estemos, sea cual sea la situación en que nos encontremos, sepamos espontáneamente cómo comportarnos y sobre todo como depender de nuestro propio YO.
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