Para ser felices no basta con desearlo: hay que contribuir personalmente a ello. Si nos quedamos como meros espectadores, esperando tranquilamente a que el bienestar nos caiga del cielo, lo más probable es que solo llame la insatisfacción a nuestra puerta....
Es verdad que es más fácil dejarse llevar por el mal ánimo, y que, por el contrario, para que el bienestar dure es imprescindible esforzarse....
Pero también es verdad que podemos adquirir el hábito de frenar los pensamientos negativos y tratar de ver la vida por su mejor lado...
Ésto tan sólo depende de nosotros....
Cuando no estamos bien debemos cuidarnos más...ésto aunque resulte tan evidente, solemos hacer todo lo contrario.
Cuanto peor nos van las cosas, más nos descuidamos, nos quedamos arrinconados en casa, dejamos de hacer lo que nos gusta,.....y como consecuencia, todo empeora.
Es un círculo vicioso; hacer cosas agradables, cuidarnos, mimarnos, no es sencillo cuando estamos mal. Pero como dice el refrán:
"Al mal tiempo buena cara".
Al principio nos costará, pero, poco a poco, nos sentiremos mejor y nos gustará hacer algo más que quejarnos de nuestras penas......
"No podemos obsesionarnos con ser felices a toda costa. Vivir plenamente también es aceptar la infelicidad como parte de la vida....."
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